jueves, 19 de enero de 2012

Una y otra vez...


Lo intenta, una y otra vez, se pone de pie y lo vuelve a intentar, entonces se empieza a golpear las piernas con desesperación al darse cuenta de que ya ni siquiera reaccionan con eso, y es que solo quiere correr un rato, notar como el aire frío le corta la cara y se cuela hasta en lo más profundo de su ser, adentrándose por pequeños recovecos hasta hacer estragos dentro de su cabeza, como una mano que manipula su materia gris, como él cuando agarra su cintura.
Y como siempre vuelve él,
vuelve él y toda esa mezcla de sentimientos inconfesables, todo ese sin-sentido, vuelve el no querer ni verle y a la vez buscarle al doblar cada esquina, pero ella sigue al pie de la escalera golpeando sus muslos en un intento de hacer que funcionen mientras las pesadillas se amontonan para pasar, empujándose unas a otras, queriendo ser siempre lo primer en llegar, matando a los pocos sueños que le quedan vivos. Se deja caer, en vista de que no será capaz de lograrlo y todo ese torrente sale, sale sin un tapón que lo detenga, y lo inunda todo, de repente siente como se empieza a ahogar en un mar imaginario que se la lleva a lo más profundo de sus aguas, donde él no la escucha, donde él no puede salvarla, pero ella solo le mira pidiendo ayuda, pidiendo por última vez un par de minutos más, quizá para
pedirle por última vez que no se vaya, al menos no ahora.




*... hasta llegar a enloquecer

No hay comentarios:

Publicar un comentario