(Im) probable.

Eres como no volver a dormir con mi madre en una noche de truenos, o no luchar por su sonrisa cada día.

Como no volver a pasarme horas en la puerta de embarque de la planta baja de Atocha mientras te devoro con las ganas.

Como no quedarme vagando en el mar de los ojos ya arrugados que me dieron la vida.

Como no volver a casa y ser la pequeña de papá cada fin de semana.

Como no ponerle caras raras a un bebé y no dejar de reirte con las sonrisas desdentadas.

Eres como no volver a escribir, o como no vaciarme en cualquier esquina.

Como no extender las alas y despegar de nuevo cada domingo de resaca. Como no empezar cada lunes una dieta nueva que dejar el martes, o como no intentar reinventarme continuamente.

Como decir que tengo que dejar de beber, rechazar una cerveza de esas que tienen trocitos de hielo alrededor del vaso, o como no querer besarte en la última copa.

Eres como no volver a perderme entre la arena de esa playa desierta que siempre está ahí cuando huyo, 

o como no sentirme una extranjera en mi propia vida.

Como no creer en el destino, o como no saber que algún día aparecerás fuera de mis sueños.

Como un "sí" luchando contra un "no". 

Como no pelearme conmigo misma.

Como decir que no tengo miedo.

Como dejar de buscarte cada medianoche, cada amanecer, cada esquina. En fin, siempre.

Eso eres. Sí, justa esa es tu definición: Improbable.