domingo, 25 de enero de 2015

Credo.

Creo en las personas y en la bondad
En que el hombre es bueno por naturaleza, 
y en que “no existen las malas acciones sino una mala forma de ejecutarlas”.

Creo en la evolución de las especies y en la herencia genética. 
En los padres como tronco del árbol y en los abuelos como raíz. 
Creo en sus enseñanzas como marco de referencia para cualquier aprendizaje posterior.

Creo en la autenticidad y en la identidad
En aquellos que no siguen al rebaño, y que piensan por sí mismos. 
En el poder de decisión sin coacción. 
En los caracteres que nos hacen únicos y diferentes.

Creo en las rarezas, y en que todo aquello que nos hace raros nos hace especiales. 
“No digo diferente, digo raro”.

Creo en el poder de una idea como trampolín hacia las estrellas. 
“¿Cuál es el parásito más resistente? ¿Una bacteria, un virus, una lombriz intestinal? ¡Una idea! Resistente, muy contagiosa. Una vez que una idea se ha apoderado del cerebro es casi imposible erradicarla. Una idea totalmente formada y entendida se queda ahí aferrada.”

Creo en la creatividad y en la “autocreación” como forma de vida. 
En la bendita posibilidad de diseñar nuestro propio destino, 
y en el poder que todos y cada uno de nosotros tenemos para cambiar el mundo.

Creo en la ciencia de la experimentación
y en el aprendizaje por ensayo y error. 
En los refuerzos positivos y negativos. 
En que “lo que no te mata, te hace más fuerte”.

Creo en las señales e indicadores
En los retrovisores y en los puntos muertos. 
En las salidas de emergencia –siempre abiertas- 
y en los laberintos. 
Creo en los mapas que se leen al revés. 
Y en salir de ti mismo para mirar desde otras perspectivas.

Creo en la imaginación
En los armarios y en Narnia. 
En la inocencia e ingenuidad. 
En los niños y en todo lo que nos enseñan.

Creo en el amor con los ojos cerrados y a pies juntillas. 
En poner el alma y el corazón en cada paso. 
En la pasión y el deseo sin restricciones.

Creo en las pesadillas y en la conciencia
En las noches en vela y los días de insomnio. 
Creo en las señales que deja el sudor. 
En despertarse sobresaltado y evitar que la pesadilla se haga realidad.

Creo en soñar para vivir. 
En vivir soñando. 
En no despertar nunca y hacer de tu vida un sueño. 
En perseguir los sueños sin desfallecer ante los obstáculos. 
Creo en volar sin paracaídas y en volver a levantarse con las alas rotas. 
Creo en coser y reparar.

Pero sobre todo, 
creo en los libros
en su poder para imaginar y soñar. 
Para evadir y construir nuevas realidades. 

Creo que todos somos libro, autor y pluma. 
Montones de hojas escritas, tachones y nuevas hojas en blanco para escribir (nos). 
Capítulos por vivir, comas para separar y puntos para olvidar.

Creo en ti, en él, en nosotros, en vosotros y en ellos. 

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