Principios.

Camina rápido, perdiéndose poco a poco entre la multitud que vagabundea por las calles de su pequeña ciudad. El Sol se refleja en las gafas de sol estilo vintage que cubren sus ojos en un intento de que la luz

no la ciegue

, el bochorno típico de primavera azota su cuerpo y se mezcla con algunas ráfagas suaves de viento que dejan al descubierto su hombro y mueven su melena rizada que se debate entre el castaño y el rubio, sin saber bien que elegir. Lleva los cascos grandes que hacen que sus pensamientos paseen por diferentes canciones, pero esa es la energía que de verdad le gusta,

le hace evadirse

, no oye el ruido exterior y se mete de lleno en sus pensamientos, sonríe y al minuto tuerce el gesto con algo que le preocupa, si será suficiente para él o cuanto tardará en cansarse.
Aumenta un poco la velocidad como si eso pudiera transportarle hasta él y sus pensamientos se llenan de

fotografías

de ellos dos, haciendo el tonto como casi siempre, besándose, e instintivamente se lleva la mano al cuello, como si de repente él la estuviera besando, y se ríe, sola, entre la multitud, esperando encontrarle, esperando que él le diga lo que siente,

que se deje llevar.