Dime que solo es una pesadilla.

Empieza a pellizcar sus brazos intentando creer que todo es una pesadilla pero siente el dolor de esos pellizcos que hacen que se de cuenta de que ha permanecido despierta en todo momento, ausente del mundo exterior, sumergida en su propio círculo vicioso que un día crearon y que ahora han roto en pedacitos, en miles de pedacitos que cada vez es más difícil recoger y volver a juntar, convirtiendo cada minuto en un imposible, un imposible sin puntos finales, sin puertas blindadas ni tapas de libro para su cuento; un imposible que siempre ha sido "improbable" porque siempre han sabido como convertirlo en

"posible",

como convertir el hielo en agua, y es que siempre han sabido continuar los puntos y seguido, creando capítulos de la nada en un libro que no necesita tapas ni adornos porque ellos saben que su "imposible" siempre será un "improbable" y ahora se han empeñado en destruir todo, en arrasar todo con la tormenta que arrastra su propia inseguridad, creando un huracán con su miedo; se han empeñado en dejar de convertir el frío en calor, en dejar de convertir los kilómetros en centímetros, se han empeñado en seguir poniendo ladrillos a ese muro que les separa y que poco a poco es más fuerte, aunque ellos mismos saben que si soplan en la misma dirección el muro se derriba en un solo una milésima de segundo, se han empeñado en crear por primera vez un punto y final, sin buscarlo, sin quererlo, ni necesitarlo, sin sentir que necesitan eso, porque ambos saben que no quieren esto, que no es lo que buscan, que ellos buscan complementarse, ser uno solo,

encajar;

encajar como un puzzle cuyos dientes están hechos a medida por una mano inocente que se empeña en controlarlos siempre, milímetro a milimetro, pero ellos no son capaces de girar en la misma dirección hasta encajar de forma correcta, sino que se empeñan en girar de forma contraria, a destiempo, de forma egoísta y autómata, y así, ninguno de los dos ganará nunca, por mucho que hasta la más pequeña de sus terminaciones esté hecha a la medida exacta para complementarse y sentir que todo este camino de lodo, al fin, merece la pena.

¿Por qué se empeñan en hacer sangran esa herida en vez de cicatrizarla?