miércoles, 20 de junio de 2012

Y dices que te vas.



Pero ahora, a día de hoy sigo pensando que tu cabezonería es la que nos está dejando en esta situación.
Esa tozudez que nos lleva a la locura solo a veces, y que nos hunde otras tantas. Esa tozudez que hace que nos estanquemos, que no sigamos avanzando por el simple pensamiento de que no lo lograríamos. Pero, ¿quiénes somos nosotros para decidir si lo lograríamos o no? Si las pocas decisiones buenas que nos han afectados no las hemos tomado nosotros, si lo único a lo que nos hemos dedicado nosotros es a destruiros.
A empeñarnos en destruirnos.
Olvidándonos de todo lo que realmente creamos, de todo lo perfecto que hicimos en los pocos segundos que reconocimos querernos, en los pocos segundos que nos dimos una oportunidad.
Y en esos segundos, fuimos realmente nosotros, en ese paraíso que por unos segundos creímos crear, solo para nosotros, en aquel lugar perdido del mundo, que era solo nuestro.
Eramos solo tres. La tozudez, tú, y yo.



Pd: Dime que algún eso podrá desaparecer. Dime que te librarás de ella y volveremos a ser dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario