domingo, 5 de octubre de 2014

Y que te sonría la suerte.



"Que no te vaya bonito, que te vaya de muerte".

Dicen que segundas partes nunca fueron buenas,
terceras ni te cuento,
y a la 17 millones no le quita el -im ni Dios.

Así que ya no eres conmigo,
ahora eres sin mí.
Y todas las voces llevaban razón,
no era buena para ti,
mejor que recogieras tu equipaje
y no me volvieras a esperar.

Te fuiste y no me di ni cuenta
demasiado tarde,
solo nos queda un pasado,
un manojo de todo aquello que nunca nos dijimos,
y una herida abierta
que cada uno sana como puede.
Tú con otros besos,
yo con otras copas.

Mientras el hielo del vaso se derrite
yo me hago cada vez más dura.
Será porque ya no te miro,
ni te escucho,
ni te leo.
O más bien,
porque empiezo a dejar de mirar en el buzón.

Y ahora vuelve a cerrar la puerta
que me espera otra copa,
otra canción melancólica
y otra noche de insomnio.

No te preocupes mi vida,
que yo mañana lo dejo.

Pero tú,
hazlo por mí,
por ti,
o por lo que quieras,
pero, por favor,
que te vaya bien.

2 comentarios: