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De un tiempo a esta parte no me dedico a vivir, me dedico a soñar; quizá más despierta que dormida, o quizá más dormida que despierta, pero allí es verdaderamente donde está todo aquello que pienso que debe estar aquí delante. Quizá me estoy acostumbrando a escribir mis sueños en ciento cuarenta caracteres y por eso no se cumplen, o quizá simplemente no pongo demasiado empeño en coserles las alas para que puedan despegar, pero hay momentos en los que es mucho más fácil enchufar los enormes cascos al móvil, cerrar los ojos y vivir allí, en esa parte del camino que está alejada del ruido, o donde la música suena más bajito y no puede molestarnos, allí donde la luz no quema, solo roza. Allí donde el agua no está fría ni cala hasta los huesos y donde los besos curan hasta la peor de las enfermedades.
¿Que más da vivir que soñar?
Pd: Tengo un mapa de mis sueños y en todos apareces tú.
No entiendo tanto dolor.. Tanto Sufrimiento. La vida está ahí llena de pequeños detalles, que nos van haciendo grandes, que nos hacen sentir pequeños. La vida es soñar, sí, pero también lo es vivir con los pies tocando el suelo; con sueños posibles que nos llenen de orgullo y nos permitan CRECER (sí, con mayúsculas) en este mundo, que no es perfecto.. Pero.. ¿Qué lo es?
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