miércoles, 4 de julio de 2012

No te olvides, cada noche en el mismo sitio.


Hoy he pasado frío, sí, un frío terrible, ese al que algunos llaman "soledad". Ese frío que me recordaba que algún día pusiste la calefacción y me abrazaste para ahuyentarlo, y que hoy... hoy estoy sola.
Y ha sido horrible tener que esconderme bajo las sábanas sin encontrar que tu mano busque la mía, que mis pies jueguen con los tuyos y que tu cuerpo se revuelva intentando llevarse al mío para dar vueltas de campana bajo las sábanas. Hoy he intentado esconderme de todos aquellos sueños que me llevan cada noche irremediablemente hacia a ti, hacia nosotros en un tiempo pasado. Y en esta loca huida del tiritar de mis manos me he preguntado si tú también sentirías este frío tan extraño, o si simplemente ya me habrías sustituido, me he preguntado si tú también me buscarías en sueños de la misma forma de la que yo te encuentro cada noche en el mismo sitio de mi imaginación.



Pero ha sido un frío tan extraño que solo deseaba poder soñar tranquila, entre tus brazos, sin horarios ni destinos; sin tiempo ni orgullos. Ha sido un frío que solo me pedía tenerte cerca para ahuyentarle.
Pero quiero que sepas que me niego a acostumbrarme a no tenerte.

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